Fuck el momento de inspiración cero en el que estás entre hacer y no hacer una nueva entrada. Me recuerda al ser o no ser.
Qué básico, qué cliche, no? Ser o no ser... pregunta puber. Es tan obvio que HAY QUE SER. Y tan fuerte el arrepentimiento cuando lo notas muy tarde.
Es necesario ser como sobrevivir.
Y la verdad no tengo la más remota idea de quién soy yo para hablar de ser o no ser.
Yo soy, pero reprimo.
Suprimo algunas partes de lo esencial de mi existencia.
Pero para hablar de mi, están ellos.
Yo me subí a este tren en movimiento -y me costó- el tomar la decisión de compartir o no mis pensamientos. Porque este espacio no sólo explica liberar y dar rienda suelta a mis pensamientos. Implica mostrar mi lado más débil. Y dejarme vulnerable ante los ojos de personas, sin tenen el conocimiento del contenido de éstas. Sin embargo, desde niña prometí arriesgarme y atreverme. Y es lo que vengo haciendo.. En fin, me creé ésta cuenta al ver que nadie me juzgaba. Tengo un twitter, y si, critican, pero nunca van más allá de hablar, palabrear, y hacer fábulas floridas de las tragedias. Los twitteros son seres valientes, y esenciales, que viven dentro de una comedia, o bien una guerra entre su "ser o no ser", en la que hay bombas nucleares en cada tweet, evidentemente.
Sin embargo, fue eso, el ver que los otros se expresaban como el culo les cantaba, el motivo de creación de este espacio. Y ya la verdad no sé nada, me chupa una si les gusta cómo escribo, o sino les gusta, porque voy a seguir escribiendo igual. Por la simple razón por la que no escribo para ser leída, sino para leerme a mí misma y creerme, y notarme y vivirme un poco más en cada escrito. Para que, si no me alcanza lo que me digo, me sirva lo que me escribo. Me escribo a mi, y en algunos casos a ti, en otros casos a ti y a mi, y hasta puede que haga una entrada comunitaria en la que hable de todos los habitantes de este espacio que me leen, creyendo que esto es divertido, pero en realidad es un pozo necesario para nutrirme. Y es que no hay otra forma que no sea escribiendo con la que me pueda sentir tan plena, ¡tan yo!. No sé si lo hago bien, pero una vez me dijeron que las preguntas internas de las que dudas son las que más te reconfortan cuando descubres su verdadera razón existencial.
Suelo tener suerte en los fracasos, y en los pecados buena puntería.. así que probablemente sea un fiasco escribiendo, con mi lenguaje popular.
Sin embargo, quiero tanto mis líneas como me quiero a mi.(No, no es bullshit) mis líneas siempre son mi trabajo más fogoso, más paciente y más pesado. Pero a su vez el más loco y desesperado, como todo crimen que el amor exige. Sí, el amor a unas líneas es amor también, y yo, lo que amo, lo cuido y lo trabajo.
Habita en mí, tanta desesperación al escribir, que se transforma en frenesí, ideas instantáneas visitan a mi mente por montones, y las ideas centradas, organizadas, los temas de los que planeaba hablar se van desvaneciendo como si nunca jamás hubieran existido. Se hacen ideas futuras, acumuladas y efímeras. Pero saben qué? Ya voy a saber qué hacer con ellas. Puede que un día las junte todas y dé a luz a mi más maravillosa creación. Roguemos a César Vallejo, Julio Cortázar, y Francoise Sagan: te lo pedimos, Señor.
Ahoras sí, amigos, el show puede continuar.